Control de Plagas en Molinos y Silos

Inspección de Instalaciones

Debe hacerse un reconocimiento detallado del lugar, siguiendo el flujo lineal del proceso productivo. Esta visita tiene que enfocarse especialmente en el aspecto sanitario, la calidad de la construcción, hermetismo, etc. Es fundamental anotar todas las observaciones positivas como las que requieren de modificaciones para evitar a futuro el ingreso de posibles agentes contaminantes. Deben también identificarse claramente, todos aquellos lugares de difícil acceso que dificultan la mantención de un buen aseo (rincones, debajo de maquinarias, ventanas, uniones, cielos, muros, vigas en altura, etc.).

En muchas ocasiones nos encontraremos con construcciones muy antiguas o maquinarias instaladas hace mucho tiempo, en las que no se consideraron principios de diseño sanitario. Por ello, debiera informarse a los encargados sobre las posibles modificaciones estructurales y plazos que permitan ir reduciendo paulatinamente los niveles de riesgo.

Es primordial observar, también, las condiciones alrededor de las instalaciones, procurando incorporar trabajos tendientes a eliminar sitios eriazos, malezas, micro basurales, creación y mantención de jardines, etc. En general, debe elaborarse un informe que indique cómo reducir al máximo cualquier característica del lugar que pueda favorecer la presencia de plagas.

Es importante no sólo enfocarnos en la empresa que debemos controlar, sino que, además, conocer las actividades realizadas por las propiedades vecinas y evaluar si ellas pudieran comprometer la integridad sanitaria de nuestro cliente. También tenemos que consultar por los cuidados sanitarios y programas de control de plagas que realizan los proveedores, ya que muchas veces las infestaciones que aparecen en los molinos, son el resultado de individuos plagas que vienen escondidos en los bins, en diversos materiales o incluso en los propios vehículos de transporte.

Debe establecerse un programa mínimo de limpieza y sanitización, considerando los productos a utilizar, las dosificaciones, frecuencias y las dependencias o edificios que se incorporarán a esta rutina. De igual forma, será necesario redactar un procedimiento para contener las plagas.

Asimismo, todas nuestras visitas y actividades de control deben quedar registradas en un informe por cada visita o en uno mensual, especificando los productos utilizados (principios activos), cebos, ubicaciones, estado de control, recomendaciones, novedades, etc.

En lo posible, debiera capacitarse al personal o a grupos claves que trabajen en el molino en cuanto a las acciones humanas que pueden atraer a las plagas y la manera de identificar su presencia (elementos roídos, nidos, presencia de fecas, manchas de orina, etc.). De esta forma, pueden informarnos durante cada visita y darnos una orientación sobre el estado de las plagas.

Durante nuestra inspección realizaremos observaciones para mejorar la calidad de los edificios antiguos y que además puedan aplicarse a futuras construcciones o remodelaciones para convertirlos en lugares incompatibles para el desarrollo de plagas. Por ejemplo, los pisos, paredes y techos deben construirse de manera que puedan limpiarse y mantenerse en buen estado para evitar contaminaciones (usar materiales impermeables), utilizar pinturas claras y lavables y mejorar el sistema de iluminación para visualizar con facilidad la acumulación de suciedad, la presencia de deyecciones por actividad de plagas e incluso la observación directa de pequeños insectos.

Debe mejorarse el hermetismo de los recintos, instalando mallas mosquiteras, con mallas en los ductos de ventilación y ajustando las puertas y ventanas a sus respectivos marcos, etc. Se recomienda proteger las lámparas para que en el caso de roturas no se desprendan fragmentos que puedan contaminar algún alimento o insumo.

Por último, debe realizarse una mantención periódica y de acuerdo a las sugerencias de los fabricantes, de todos los equipos, como cadenas transportadoras, equipos de refrigeración, iluminación, etc.