Control de Plagas en Tenencias de Animales

Experiencia en el Control de Plagas

Por último, es importante conocer, de parte de los administradores, las experiencias que se tienen en controles de plagas en épocas anteriores y si ésta era resuelta por alguna empresa controladora o realizada por ellos mismos. Con esto, la idea es identificar los productos utilizados, los principios activos, cebos, las dosis, frecuencia y forma de aplicaciones, lugares tratados y resultados obtenidos.

Con todos los antecedentes, estaremos en condiciones de elaborar una estrategia de control, que debe incluir necesariamente alteraciones ambientales y/o modificaciones de manejo. Hay que ser muy categórico en explicar a los encargados, que el simple hecho de utilizar productos químicos en el ambiente no implica que se conseguirá un control efectivo de las plagas. Debemos ser capaces de involucrarlos y hacerlos responsables de los resultados, en términos de que nos colaboren y entiendan los beneficios de modificar conductas erróneas en virtud de controlar más efectivamente y reducir el uso de pesticidas u otros elementos químicos.

Una de las principales plagas durante meses temperados en criaderos de animales, es la presencia de moscas (revisar capítulo plagas). Éstas se presentan por la gran cantidad de materias orgánicas amontonadas (sustrato para el desarrollo de larvas), las altas temperaturas y la humedad, que es aportada por los propios operarios al lavar a diario los recintos, bebederos en mal estado, llaves y cañerías con desperfectos, desniveles del piso, etc.

A continuación se presenta un listado de puntos claves de reproducción de moscas:

–       Cama de paja de las parideras.

–       Corrales y establos de animales lactantes.

–       Corrales para animales enfermos.

–       Dentro y debajo de la cama húmeda de los corrales.

–       En canaletas tapadas o sobre rejillas.

–       Estiércol acumulado bajo suelos entablados o de malla (avícola, conejeras, etc.).

–       Alrededor de las pilas/montones de estiércol y de las zonas de carga para diseminarlo.

–       Residuos de estiércol dejados en los rascadores.

–       Detritos y sólidos flotantes en estanques.

–       Alimentos concentrados vertidos y humedecidos alrededor de los depósitos o comederos.

–       En las instalaciones de almacenamiento de concentrados.

–       Costados y base de los fardos de heno.

–       Residuos húmedos por debajo o alrededor de bebederos.

–       Residuos de estiércol en vehículos o carretones de transporte del estiércol.

–       Acumulo de agua en potreros o corrales desnivelados.

–       Animales muertos.

–       Desechos varios, vertidos alrededor de corrales, pastos, etc.

–       Desechos dispersos alrededor de contenedores de basura.

 

Considerando los puntos anteriores, algunas de las medidas correctivas que se proponen son:

–       Limpiar con regularidad y frecuencia la cama de paja, corrales, barras metálicas de sistema de estabulación fija, canaletas recolectoras, rejillas protectoras y corrales exteriores.

–       En el caso de las aves, se recomienda limpiar el estiércol acumulado durante la estación fría y dejar una base absorbente de estiércol antiguo.

–       Eliminar con regularidad el contenido de las fosas sépticas y mantenerlas bien cubiertas de agua.

–       Mantener limpios los costados y márgenes de las pilas de estiércol.

–       Mantener los estanques libres de desechos y sólidos flotantes.

–       No sobrecargar los estanques o zonas de almacenamiento de estiércol.

–       Retirar el estiércol y esparcir inmediatamente por los campos en forma de una capa fina y uniforme, no se dará posibilidad a la cría. Por el contrario, si nos quedan terrones, entonces las moscas acudirán a ellos para criar. La adición de agua para producir una mezcla semilíquida facilita su dispersión, aunque esto puede ocasionar malos olores.

–       Otra opción es verter el estiércol en un estanque profundo para que experimente una descomposición anaeróbica. Los montones de estiércol permitirán la crianza de moscas, a menos que sean compactados y recubiertos (por ejemplo con plástico) con la finalidad de aumentar la temperatura en su interior, afectando la supervivencia de las moscas.

–       Retirar con frecuencia el resto de alimentos o concentrados vertidos alrededor de los comederos.

–       Cerrar los comederos o disponer de horarios para la alimentación de los animales.

–       Cubrir los fardos de heno y disponerlos siempre sobre pallets.

–       Mejorar y nivelar el sistema de desagüe para permitir el buen drenaje.

–       Retirar o incinerar inmediatamente animales muertos.

 

Como hemos visto, depender exclusivamente del uso de insecticidas para el control de moscas, difícilmente nos dará una respuesta satisfactoria. Los efectos supresores de los insecticidas sólo son efectivos cuando hemos tomado medidas apropiadas de gestión con el estiércol, que minimicen la crianza de moscas.

El uso o abuso excesivo de insecticidas para controlarlas o las subdosis utilizadas en muchos casos, crean rápidamente moscas resistentes a los productos. Lamentablemente la resistencia aun agente químico suele acompañarse de otra resistencia cruzada frente a otros productos químicamente próximos, aún cuando estos no hayan sido utilizados con anterioridad. Debe entenderse que en la mayoría de los casos la presencia de moscas no puede ser eliminada totalmente, pero sí debiera ser posible reducirla a niveles aceptables o tolerables.

Previo o complementando el uso de insecticidas, existen una gama de alternativas mecánicas de contención para las poblaciones de moscas: cintas engomadas, trampas de captura y lámparas decaptura de luz ultravioleta, por mencionar algunas.

El control químico puede estar enfocado a las formas adultas (insecticidas con acción residual) o alas formas inmaduras (larvicidas, para el tratamiento de estiércol). Por otro lado, cualquier aplicación que quiera realizarse al interior de los corrales, caniles, jaulas, etc., deberá coordinarse con los administradores oportunamente para el traslado de los animales de manera de no afectarlos.

Otra de las plagas difíciles de controlar en lugares en que se crían animales son los roedores, debido a las múltiples posibilidades de fuentes alimenticias y refugios que son capaces de encontrar. Al igual que en el control de moscas o de cualquier otra plaga, para eliminarlos debemos realizar una serie de correcciones ambientales y variaciones en el manejo (revisar capítulo de roedores).

Es importante señalar que en lugares específicos no deben usarse venenos anticoagulantes ni trampas de golpe para su control. Una de las alternativas posibles es la instalación de trampas de captura viva.