Plagas profesionales

Garrapatas

Orden: Acarina; Rhipicephalus sanguineus (garrapata café del perro)
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Es un arácnido y es el ácaro de mayor tamaño. Presentan un dimorfismo sexual, donde el macho puede ser confundido con fases juveniles, a diferencia de la hembra que es muy similar a una lenteja; el macho más oscuro que la hembra, debido a que se encuentra cubierto por un escudo. En estado adulto poseen 4 pares de patas u en estado juveniles sólo 3.

A diferencia de otros parásitos, estos ácaros necesitan alimentarse de sangre para poder sobrevivir durante todas sus fases de vida, esto implica que cuando son jóvenes deben encontrar rápidamente un huésped para extraer la sangre y así pasar a otro estado hasta llegar a ser adultos. Estos parásitos tienden a atacar más a los perros que a los gatos por un tema de limpieza, a veces se han encontrado en los humanos, algo que suele ocurrir en lugares parasitados o donde no existen los recursos para una buena sanidad ambiental.

Estos parásitos tienen un ciclo de vida bastante especial y necesitan de temperatura, humedad y alimento
para poder cambiar al siguiente estado. Generalmente, aparecen en la temporada de primavera - verano,
surgiendo entre los meses de septiembre y marzo.


Adulto: Es el estado más común de encontrar. La cópula entre machos y hembras ocurre sobre el animal,
para luego depositar los huevos sobre el huésped o en el suelo o en lugares protegidos como grietas.


Huevos: Son de color café oscuro. Con condiciones ambientales favorables demoran 1 semana en eclosionar,
si no, pueden pasar meses o años para que pueda salir la larva.


Larvas: A diferencia de un adulto, la larva tiene 3 pares de patas, lo que la hace más lenta. Una vez que
salen del huevo buscan rápidamente a un huésped para alimentarse, para luego caer al suelo y pasar a ser
ninfa.

 

Ninfa: La ninfa es muy similar a un macho adulto, presenta 4 pares de patas y es de color café oscuro. Al 

igual que la larva, una vez que nace, busca a un huésped para extraer sangre y así pasar a su fase adulta.

Las Garrapatas a diferencia de las pulgas, son capaces de causar un daño mucho mayor, ya que pueden producir cuatro tipos de efectos:

  1. Efecto Traumático: La garrapata introduce su aparato bucal (Hipostoma) para extraer la sangre, dejando una herida en la piel.
  2. Efecto Expoliatriz: Tiene relación con la extracción de algún fluido vital para el huésped, que en este caso es sangre.
  3. Efecto Tóxico: Las garrapatas para alimentarse necesitan que la sangre no coagule, para eso liberan una enzima a través de la saliva con efecto anticoagulante que puede generar una parálisis al animal.
  4. Efecto Inoculador: Son capaces de inocular una serie de agentes como virus, bacterias y protozoos, pudiendo generar grandes daños al huésped.

Se debe hacer un control integral, es decir, tratar animales parasitados y conjuntamente el ambiente. Debe mantenerse las malezas y pastos cortos para evitar que las garrapatas trepen y se suban al huésped. Mantener los ambientes con poca humedad, aseados, tapar grietas y recovecos, mantener aseo profundo en lugares donde transita la mascota. Si encontramos garrapatas en el animal deben extraerse cuidadosamente para no dañar la piel, y luego debe ser quemada, ya que si es reventada se liberan todos los huevos. 

 

Control Químico: Lo recomendable para tratar esta plaga son los productos con formulación WP, ya que tienen mejor resistencia a condiciones externas. Los activos de elección son Lambdacihalotrina o Deltametrina que pueden ser usados en superficies absorbentes. En épocas altas debe reaplicarse rigurosamente cada 3-4 semanas, 3 veces consecutivas. Respecto al tratamiento de la mascota, en el mercado hay diversos productos como shampoo, talcos, pour-on etc. Siempre controlar al interior y exterior de la casa y al animal.